Cactus
Era rudo, hasta áspero
en su forma de ser,
diría que si te acercabas a él
podía punzarte, como un cactus,
con su mirada.
Era áspero, pronunciaba pocas
y hondas palabras.
Un cactus,
pero cuando florecía
en ternuras
era como esa flor increíblemente bella
que surge de pronto entre espinas largas.
Te dejaba totalmente...
¡enamorada!
Era rudo, hasta áspero
en su forma de ser,
diría que si te acercabas a él
podía punzarte, como un cactus,
con su mirada.
Era áspero, pronunciaba pocas
y hondas palabras.
Un cactus,
pero cuando florecía
en ternuras
era como esa flor increíblemente bella
que surge de pronto entre espinas largas.
Te dejaba totalmente...
¡enamorada!
Gracias por incorporar mi poema a este prestigioso espacio.
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