Soy esa alma engarzada
en el tránsito de esta vida,
milagro del ser, más allá de todo,
para mecerme en cada mañana,
nadar como pez,
y beber del océano su agua manantial.
Agradezco cada etapa de mi vida,
y recorro en los laberintos de mi memoria,
amores muertos y renacidos,
viajes al fin del mundo,
amigos ganados y perdidos
y mi linaje intacto, ¡orgullo de mi existir!
Y en las frescas tardes de ocio,
bajo un esplendoroso atardecer
saboreo los perfumes
de azahares y nardos inmaturos
mientras los pájaros al desnudo
repiquetean con su canto,
desde el amanecer.
En esta vida sin residuos
en conjunción con el cosmos
abro mi corazón,
sigo evolucionando y
acepto los retos que el camino me ofrece.
Desde mi constelación...