MUJER DE ARENA
Copito, grano,
terrón, brizna, punto.
Eso soy. Nadie.
Tal vez una pieza
del engranaje.
Alguien parecida a
una hormiga.
¿Una miga?
¿Un soplido?
¿Una gota que baila
en la lluvia?
Quise amasar un
castillo,
lo quise de piedra
pero lo esculpí en
arena.
Arena que la brisa
mece.
Fue como un
espejismo,
una nada entre
quimeras.
La arena besa rauda,
el tiempo de las
cerezas.
Es el ave
migratoria,
es la caricia de
céfiro.
Y mi vida va tras
ellos.
Mujer de arena
que se esfuma, pasa,
vuela.
Pero mi alma no,
mi alma quedará,
a pesar de los
relojes
y las olas,
grabada en piedra.
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